El SIDA es una enfermedad causada por un virus llamado VIH, este virus altera las habilidades del organismo en su lucha contra las infecciones y algunos tipos de cáncer, ya que actúa destruyendo o dañando progresivamente las células del sistema inmunológico. Las personas con diagnóstico de SIDA pueden presentar enfermedades de las que ponen en peligro la vida, llamadas infecciones oportunistas, causadas por microbios como virus o bacterias, los cuales, habitualmente no afectan a las personas sanas. Por alguno de los mecanismos de transmisión conocidos el VIH penetra en el organismo y llega a las células blanco para el virus, que son los linfocitos T CD4+ y los macrófagos de los tejidos. No existe ninguna manifestación clínica que sea característica de la infección por VIH o del SIDA, por lo que la presencia de la infección se puede establecer de un modo definitivo por técnicas de laboratorio. CuADNo las personas están recién infectadas con VIH no presentan ningún síntoma, sin embargo, algunas desarrollan especie de gripe alrededor de uno o dos meses después de haberse expuesto al virus. No obstante, esta enfermedad puede presentarse con fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, sensación de cansancio y crecimiento de ganglios linfáticos.
Estos síntomas desaparecen habitualmente en el lapso de una semana a un mes, y a menudo son confundidos con otra infección viral. Durante este período, las personas son muy contagiosas, y el VIH está presente en grandes cantidades en los líquidos genitales. Es posible que, síntomas más persistentes o severos no ocurran sino hasta después de una década o más, después de que el virus entra por primera vez al cuerpo de un adulto, o alrededor de los dos años, en niños nacidos con infección por VIH, como por ejemplo, pérdida de peso, fiebres y escalofríos, infecciones frecuentes y persistentes causadas por hongos (orales o vaginales), erupciones cutáneas persistentes, piel reseca o escamosa, enfermedad inflamatoria pélvica en mujeres que no responde a tratamiento, pérdida de la memoria reciente. Algunas personas desarrollan cuadros frecuentes y severos de infecciones por herpes, que ocasiona úlceras orales, genitales o anales, o herpes zoster. Los niños pueden mostrar retraso del crecimiento o ser muy enfermizos.