Infección Aguda: Aproximadamente el 50% de los casos cursan con síntomas, los cuales aparecen a los 25 a 180 días después del periodo de exposición, los casos asintomático prácticamente perceptibles cuando los niveles de las transaminasas aumentan en suero. Alternativamente, pacientes sintomáticos pueden no presentar ictericia, pero sin sufrir desordenes gastrointestinal y gripe. La ictericia en adultos están marcados por un período prodromal (típicamente tres a cuatro días, pero pueden durar hasta dos o tres semanas) periodo en el cual los pacientes se sienten enfermos, sufren de síntomas digestivos tales como anorexia y náusea, y pueden, en las fases posteriores presentar ligeros aumentos de temperatura.
Otros síntomas comunes son, mal humor, mal estado general, alunas veces dolor de cabeza severos, después del período prodromal, podemos encontrar orinas oscuras e ictericia. La ictericia se considera clínicamente evidente una vez que los niveles totales del bilirrubina se hacen mayores de 2-4 mg/dL. Cerca de 90% de los pacientes infectados con VHB desarrollarán anticuerpos protectores contra la enfermedad. Aunque pueden experimentar algunos síntomas, este grupo de paciente se recuperará sin complicación.
Infección crónica: Existe aproximadamente de un 5-10 % de adultos infectados y un 25-50 % de niños entre 1-5 años y un 70-90 % de estos niños infectados por este virus no desarrollarán anticuerpos protectores y se hacen portadores crónicos de la hepatitis B. Cerca de un 25% de los portadores hepatitis activa crónica, progresan a cirrosis. Los portadores asintomáticos generalmente se sienten bien, tiene las enzimas hepáticas normales y no tiene HBeAg o tienen niveles bajos de ADN de VHB en sangre. Los portadores crónicos siguen infectados con VHB y son capaces de transmitir la enfermedad. La inmunización activa con las vacunas recombinantes o la inmunización pasiva a través de la inyección de un pool de suero con altos títulos contra de HBs (HBIg) es eficaz en la prevención de la infección de VHB.